Desgraciadamente, es batalla perdida. Si un columnista opina tan rotundamente en un medio de tan amplia distribución, lo normal es que sus "argumentos" calen en una proporción importante de los lectores, a pesar de que las falacias sean tan evidentes para quien se ha sentado dos segundos a pensar sobre el tema antes de leer el artículo. Es el poder de los "mass media", tan advertido desde hace décadas, nunca tan poderoso como hoy en día.
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Desgraciadamente, es batalla perdida. Si un columnista opina tan rotundamente en un medio de tan amplia distribución, lo normal es que sus "argumentos" calen en una proporción importante de los lectores, a pesar de que las falacias sean tan evidentes para quien se ha sentado dos segundos a pensar sobre el tema antes de leer el artículo. Es el poder de los "mass media", tan advertido desde hace décadas, nunca tan poderoso como hoy en día.