A los dos días de recibir el ansiado carné, Marco Simoncelli llegó a casa, se subió a esa BMW que tanto tiempo llevaba esperándole en el garaje y le dio rienda suelta a su gran pasión: la velocidad. Tal era la emoción que le embargaba que no debió darse cuenta de que la carretera de doble sentido por la que circulaba estaba dividida por dos pedazos de líneas continuas más anchas todavía que las gomas de su moto. Tampoco debió ver que unos pocos metros más adelante había un cruce ...
Comentarios
Comociendolo, lo raro es que no echase fuera de la carretera al que adelantó.
Este tipo es un peligro lo pongan donde lo pongan, a saber que haría ya de pequeñajo con el taca-taca.
Me encanta la redaccion de la noticia: "Pero Marco no se conformaba con pilotar su Gilera por los circuitos del Mundial. El italiano quería disfrutar de su gran pasión también durante su tiempo libre. Montar a su chica y perderse juntos por los preciosos parajes montañosos de su Brescia natal, por ejemplo". Por ejemplo
qué figura es el chaval!!! da ejemplo dentro y fuera de los circuitos con su conducción!!!
Mira que se parece al actor secundario Bob.
El tio iba en vuelta rapida y los privados le molestaban, les explico a los policias que las curvas se trazan por fuera y tocando el vertice.
A ver cuando le quitan los puntos tambien en las carreras porque mira que es guarro conduciendo el tio.
#1 Ya te digo, menudo animal de bellota es el tío este. Pero por muchas acciones "sospechosas" que haga, nunca lo sancionan ni le dicen nada.