El sexo no es un riesgo para los enfermos cardiacos. Los enfermos del corazón que están estables no tienen por qué renunciar a su vida sexual. Una nueva guía establece cómo actuar en cada caso.
Un clásico adaptado:
-Doctor, doctor, ¿cuando me recupere de este infarto, podré follar?
-Sí, hombre. Todo lo que quiera.
-Pues estupendo, porque antes no pillaba nada!
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Un clásico adaptado:
-Doctor, doctor, ¿cuando me recupere de este infarto, podré follar?
-Sí, hombre. Todo lo que quiera.
-Pues estupendo, porque antes no pillaba nada!