Tom Williams, jugador de los Harlequins, se metió una cápsula de sangre en la boca para reventarla y fingir que se había lesionado, de manera que su equipo pudiera realizar un cambio más cuando ya los había agotado. Le han pillado y le han sancionado con un año sin jugar.
Comentarios
Que vergüenza, esto no es normal en un jugador de rugby, espero que lo echen del equipo...
Que aprendan algunos que se tiran en el area y parece que les arrancan las piernas a veces...