Lorena sacó a pasear a su perro Vito como todos los días. Atado a la correa, lo dejó olisquear en una zona verde situada frente a la rotonda de acceso a Santa Cristina. El perro acercó el hocico a algo blanco y abrió la boca para tragarlo. «Al principio pensé que eran champiñones laminados, que alguien había dejado allí tirados. Pero al agacharme me di cuenta de que era grasa, tocino, y...
Comentarios
Titular épico.
#1 Luego si lo manipulo y pongo otra cosa, lo llaman microblogging
Autodescarto y listo.