"Ahora comprendo cómo el martirio de los niños (palestinos) sacude mi conciencia", concluye Omar, el niño norteamericano, que desde su llegada a la zona ve desde fusilamientos masivos de palestinos en la mezquita de Jerusalén a cómo le rompen la muñeca a su prima pequeña cuando la familia va a recogerlo al aeropuerto.