La creencia de que una o dos copitas diarias de vino –en especial tinto- contribuye a mejorar la salud, ha sido corroborada con el descubrimiento del resveratrol. Esta enzima se encuentra en grandes cantidades en las nueces y en las uvas, en especial en el hollejo y las pepitas de estas últimas, y pasa al vino en el proceso de fermentación. La concentración de resveratrol es mayor en el vino tinto que en el blanco. Los resultados de las investigaciones han sido publicados, entre otras, en las revistas científicas “Nature” y “Cell Metabolism”.
Comentarios
¿será por eso que me mantego tan joven?.. Hic!.
Es verdad que el vino gana con la edad:cuanto más viejo me hago,más me gusta
Cuidado, de leer unos resultados científicos a tomar más vino, hay una distancia. Los componentes químicos del vino, polifenoles como este resveratrol y otros, pueden ser tóxicos para el hígado. Y debido a su diferente y variable composición, no hay garantía de que bebamos la cantidad apropiada. Tomar mucho puede ser más dañino que el beneficio supuesto que aporta.
Lo ideal sería purificarlos y tomarlos independientemente, en la dosis adecuada y comprobada.
Ahora, si queréis beber y usar esto como simple excusa, no me opongo...
Según se deduce de la noticia parece que será (como mínimo) tan sano comer nueces o uvas como beber vino. O incluso mejor.