El pasado domingo, María Jesús, vecina de El Carmen (València) se encontró sus pertenencias tiradas en la escalera, sin luz en el edificio, la puerta de su casa desaparecida y el interior destrozado. La tranquilidad del edificio terminó cuando la finca fue vendida en 2020 al fondo francés, Richelieu Promocion. A los vecinos con contratos cortos no les renovaban y a los que teníamos contratos largos nos ofrecían indemnizaciones para que nos fuéramos. Los demás aceptaron, pero yo no. Y desde 2022 estoy sola en el edificio.