Personalmente creo que el caso de esta niña y el de Anne Perry (la escritora en cuya adolescencia se basó "Criaturas celestiales"), no son ejemplos de gente "mala por naturaleza" sino de personas con un trastorno de la personalidad que han demostrado que puede curarse. El problema es que al parecer nadie es capaz de detectar este problema hasta que es demasiado tarde. En el caso de Mary Bell, está claro que en su familia la atención que la prestaban era nociva cuanto menos, y probablemente la que la causó ese desapego que la llevó a matar para sentir poder ya que en su vida no tenía ninguno.
No me atrevo a culpar a nadie en concreto por el asesinato de la niña de ayer. ¿Padres despreocupados o niños malvados? Pero lo que está claro es que la solución no es cruzarse de brazos, y que quizás la solución pase por la reeducación en instituciones, aunque lo que de verdad te apetezca sea hacerles sufrir como ellos han hecho sufrir a otras familias.
Que mal anda el mundo cuando es noticia un policía honrado...