Pese a que había firmado un alto el fuego días atrás, un genocida ha sido capaz de quedar mal delante de todo el mundo y no cumplir su palabra y ha violado el alto el fuego que firmó la semana pasada, según han reportado diversos medios internacionales. “El genocida ha quedado retratado como lo que es: una persona que no es digna de nuestra confianza”, reconocen algunos mandatarios europeos fuera de las cámaras.