Mientras muchos empiezan a hablar de mártir, nadie se atreve, en mitad del duelo, a puntualizar que el dolor y la empatía que hoy surgen entre los admiradores de este joven son, en realidad, basura, pura ideología izquierdista, según lo explicaba el propio Kirk en uno de sus exitosos y aplaudidos discursos. La empatía, el dolor por el otro, es una trampa, decía. Un sucio invento de la izquierda para construir sociedades débiles. “Hay que escapar de todo eso porque sentirse mal por los otros no nos hace avanzar, no lleva a nada”.