Artículo de opinión sobre los recientes cambios en el gabinete realizados por la presidente Cristina Fernandez de Kirchner. Cambios de nombres pero, ¿habrá cambios en la política?
El filósofo de Carta Abierta Ricardo Forster perdió la paciencia cuando fue consultado sobre las denuncias de corrupción que involucran al empresario Lázaro Baéz, la propia Cristina Fernandez de Kirchner y buena parte del gobierno. “Yo qué carajo sé de cómo hizo la plata Lázaro Baéz”, reaccionó intempestivamente Forster en el programa Contrapunto (FM Identidad 92.1).
Marcelo Longobardi dejó de estar al aire en Radio 10, luego de ser el periodista más escuchado en la franja más competitiva de la radio que es de 6 a 9. Su programa, Cada Mañana, acaparaba el 45 % del share, para que se entienda mejor prácticamente la mitad de los argentinos que se informan a través de la radio lo escuchaban. Dicen los estudiosos del rating, que las audiencias sumadas de las tres emisoras que le seguían no podían igualarlo. La decisión de Cristóbal López no tiene lógica empresaria alguna.
Hay varias conclusiones que dejó el #8N. En primer lugar es que la gente no tiene miedo y que el modelo no incluye a todos. Probablemente, por esto un manifestante llevaba un cartel que decía: No soy golpista, soy golpeado. Es cierto que, al menos en la convocatoria en el Obelisco, en su mayoría los concurrentes pertenecían a la clase media acomodada; lo cual es lógico porque el gobierno se ha ensañado con ese sector de la sociedad y en política las reacciones son inexorables. Sin embargo, las consignas no eran clasistas.
Inexplicablemente el gobierno mantiene viva una protesta de suboficiales de Gendarmería y Prefectura, que en apariencia resolvería mañana martes. Apuesta al desgaste de hombres ya desgastados. A lo largo del fin de semana decidió pasar a disponibilidad a varios efectivos de la Gendarmería que habían oficiado como voceros del reclamo salarial que estalló como producto de la aplicación del Decreto 1307; que les recortó sus haberes en un 30 y en hasta un 50%.
A lo largo del fin de semana se ha desatado una guerra de spots publicitarios entre el gobierno y el Grupo Clarín en torno de lo que sucederá el 7 de Diciembre, o como se ha dado en llamar el 7D. El gobierno sostiene que ese día, haciendo una extraña interpretación de un fallo de la Corte Suprema de Justicia, el Grupo Clarín tiene que cumplir el artículo 161 de la Ley de Medios y vender aquellas licencias de radio y televisión que no estén adecuadas a la norma.
“Sólo hay que tenerle miedo a Dios y a mí un poquito”, dijo Cristina Fernández de Kirchner el jueves pasado una emisión más del show televisivo que ella misma conduce, aunque en esta oportunidad no fue en cadena. La polémica no cesa y sin lugar a dudas se ha convertido en una de sus frases más brutales pero también más sinceras. Es toda una definición política que de manera contundente describe los tiempos que vive la Argentina. También es un monumental gesto de audacia que una persona se ponga apenas un escalón más abajo que Dios.
Laura Muñoz, la ex mujer del monotributista Alejandro Vanderbroele, afirma que siguió la sesión del Senado donde el proyecto de estatización de Ciccone obtuvo media sanción. La mujer, que cobró notoriedad cuando reveló que su ex marido era el testaferro del vicepresidente Amado Boudou, declaró en Contrapunto por FM Identidad 92.1 que “ahora le hacen esta lavada de cara pero la empresa sigue siendo de ellos”. Cuando se refiere a “ellos”, no duda en afirmar que Ciccone era manejada en las sombras Nuñez Carmona y como cara visible Vanderbroele.
Cristina Fernández de Kirchner volvió a convertir su atril en el patíbulo de la Nación. Desde allí, desarrajó su enojo contra Marcelo Bonelli utilizando el mismo mecanismo anteriormente ensayado con el Señor Saldaña, el empresario inmobiliario José Toselli o el “abuelito amarrete” que quería regalarle U$S 10 a su nieto. La Presidenta pidió que se aprobara una Ley de Etica para el ejercicio del periodismo, basándose en que si los funcionarios, debido a que administran fondos públicos, están obligados a regirse por ella.
Cristina Fernández de Kirchner ha decidido construir su propia realidad a fuerza de transmitir sus discursos en cadena nacional. De por sí se trata de un gesto autoritario que persigue forzar a los argentinos a que le presten atención, a que nadie escape de sus análisis barnizados de una oratoria, que si bien en otros tiempos causaba admiración, en la actualidad aparece mínima y con claros síntomas de chabacanería.
Es curioso pero sciolistas y mariotistas coinciden en que nadie quiere atentar contra la estabilidad del gobernador Daniel Scioli y que todos están poniendo la mejor de las voluntades para solucionar los problemas de los bonarenses. Claro, pero esto es sólo en público para guardar unas apariencias que cada vez son más difíciles de guardar. A esta altura es un minué que poco creíble.
En General Rodríguez Cristina Fernández de Kirchner dio un discurso de esos que marcan un punto de inflexión desde el fondo y desde las formas. En su habitual tono soberbio, aunque esforzándose por parecer una ciudadana más, la Presidenta utilizó más de media hora en esta nueva entrega del relato por cadena nacional. Inmisericordiosamente disparó potentes críticas sobre Daniel Scioli, a quien además le dio una lección express sobre cómo gobernar y gestionar.
Una vieja ley no escrita muy usada en el peronismo sostiene que “el que saca no pone”. Carlos Menem y Néstor Kirchner la respetaron a rajatabla. Los viejos conocedores del peronismo, explican que se busca mantener un equilibrio de fuerzas evitando que se genere una acumulación de poder que podría tornarse peligrosa si quien saca a funcionario luego elige a su reemplazante. Amado Boudou fue el primero en décadas en conseguir quebrarla.
La promoción del emprendimiento en España suele pecar de falta de foco. Ayudas e instituciones son a menudo apoyos puntuales a emprendedores que lo que realmente quieren es que les acompañen durante el largo desarrollo de su negocio. También hay despilfarros absurdos: hace poco conocí a un importante político agobiado por dotar de contenido a una incubadora de empresas que acababa de construir.
Hay algo que está tremendamente mal cuando una ley en vez de mejorar el pacto social entre los argentinos, pareciera encaminarse a ser un instrumento de persecución y conseguir el resultado totalmente opuesto. Paradójicamente, eso es lo que pasa con la Ley Antiterrorista, recientemente sancionada por el Congreso, promulgada por Cristina Fernández de Kirchner y publicada en el Boletín Oficial el 28 de Diciembre. Hasta la fecha parece una pieza de humor negro.
Habemus nuevo gobierno, y con ley de emprendedores bajo el brazo. El aperitivo se sirvió en julio cuando los Populares presentaron una proposición en el Congreso que, tras su mayoría absoluta, seguramente se convertirá ahora en norma tras retoques y enmiendas. ¿Y a qué sabe dicha ley? Pues a que, por fin, nos pondremos al día para que el emprendimiento despegue en España.
Finalmemte, Cristina Fernández de Kirchner develó el misterio sobre el gabinete con el que iniciará su último mandato presidencial. En realidad es un misterio que menor significado política que con otras administraciones porque, como se sabe, salvo por algunos ministerios clave, el resto del gabinete no tiene un importante peso político dentro de la forma de gobernar que tiene el kirchnerismo.
El gobierno, no se puede negar, es hábil construyendo el “relato” del modelo; que viene a ser una justificación pseudo intelectual para explicar sus propias contradicciones y que queden disimuladas. Lo hizo muchas veces, pero sin lugar a dudas el mecanismo llegó a su clímax con el operativo para desmantelar los subsidios que el kirchnerismo distribuyó a mansalva en estos últimos ocho años. Convirtió un ajuste al mejor estilo conservador propio de la década de los ‘90 en algo “cool” y “fashion”
¡Este año nosotras nos propusimos no salir corriendo a último momento! ¿Y tú? La compra de los regalos para Navidad tiene que ser una actividad de pleno disfrute. ¿Por qué tenemos que salir corriendo incluso algunas horas previas a la fiesta cuando podemos organizarnos con tiempo? Si organizamos con tiempo nuestros preparativos de fin de año, estaremos más relajadas y así podremos disfrutar mucho más las celebraciones… e incluso los preparativos. Ideas prácticas para organizar la compra de regalos para Navidad.
Durante la ‘EBAN Winter University’ que organizamos en Bruselas hace unos días asistí a una conferencia de Bart van Coppenolle, fundador y CEO de la firma de metrología Metris. Bart nos contó como construyó su organización con un objetivo cristalino: venderla a un líder del sector, Nikon. Lo logró en 2009 y se forró, pero no contento con eso Bart confesó que estaba diseñando su nuevo proyecto, la televisión RightBrain, solo para que se lo comprara Google… o Apple.
¡Correcto!
Muchas gracias por tu observación, acabo de corregirlo.