#33 no es así, creo que lo simplificas muchísimo, tergiversas y dices medias verdades. El problema es que muchos padres no tienen capacidad para educar en ello, ni muchas veces aprecian el problema.. El problema no es que mi hijo no tenga el móvil, si no que el tuyo tampoco, pq el tuyo compartirá con mi hijo contenido que no quiero que vea hasta que esté preparado, como porno.
En el cole de mis hijos, una charla sobre bullying en un cole de infantil y primaria con 2 grupos por curso. ¿Sabes cuantos padres fueron? 12.
Yo como padre preocupado le explicaré a mis hijos, les educaré, les enseñaré los peligros de la redes sociales, el día que tenga que ponerles un móvil NO será un smartphone, será un teléfono móvil corriente de los de "antes" (con sms y llamadas). Y espero que el día que tenga que ponerles un smartphone (si por mi fuera su primer móvil lo tendrían cuando pudieran comprarlo) hayan madurado lo suficiente para entender que pueden y no pueden compartir por redes sociales, que se considera acoso, que conductas pueden ser dañinas hacia otros, que efectos tiene un exceso de dopamina en sus cerebros...
Un smartphone es un ordenador con acceso libre a internet, con todo lo ue ello conlleva, porno, redes sociales, juegos de azar, etc. Es una pantalla que te abre a un mundo en el que si n ovas acompañado tienes todas las papeletas en convertirte en un yonki de la dopamina y terminar con la capacidad de concentración de una hormiga. ¿Por que te crees que los videos de tik tok duran menos de 1 minuto?
Esto no trata únicamente de posponer su uso, si no de aprovechar ese tiempo en educar a los niños en su uso.
Sí, los grupos esos que ridiculizas son familias conscientes del problema y preocupadas por ello, seguramente esas familias que piden su prohibición sean las más preparadas para educar a sus hijos, y las que lo ridiculizan y trivializan como tu las que menos.
Ah, y sí. La presión social es muy muy fuerte. Padres con actitudes como la mía terminan convirtiendo a los hijos en casi unos marginados sociales, en cuanto el smartphone sale de la ecuación esa presión social desparece, los niños se igualan y dejan de ser apestados los que les prohibiriamos su uso.
Es lo mismo que estoy viendo en los grupos de WhatsApp/Telegram de adolescencia libres de móviles: que sean los gobiernos los que prohíban porque nosotros los padres delegamos nuestra responsabilidad.
La “presión social”, dicen.
A la que rascas un poco y preguntas que porqué lo tienen, se quedan sin respuesta o pelotas fuera.
Nada de educar a los padres y a los hijos (por parte de los padres). Nada de hablar sobre RRSS y sus técnicas de robo de atención y tiempo. Nada de educar sobre escepticismo sobre lo que se ve en redes.
Nada de diferenciar entre móviles o “pantallas” - este término me parece especialmente sangrante - y redes sociales.
Prohibir y posponer hasta los 16, que automágicamente sabrán usarlos.
Y sobre la prohibición, que necesariamente implica sanciones, los mismos que la piden son los que las van a recibir, ya que los menores son… menores.