El país, pese a mostrar una tasa de paro general del 5,8% y una elevada renta per cápita, arrastra problemas de fondo muy concretos: un desempleo especialmente alto entre extranjeros nacidos fuera de la Unión Europea, un gran número de enfermos de larga duración y una prestación por desempleo que hasta ahora podía cobrarse de por vida.