Hace 7 años | Por Rafa_Orloff a elespanol.com
Publicado hace 7 años por Rafa_Orloff a elespanol.com

Los psicólogos detectan desde edades muy tempranas actitudes de rechazo al diferente, por la raza, el género o la obesidad.

Comentarios

pablicius

Con cuatro años se puede ser cualquier cosa que sean los adultos que rodean al niño. A esa edad no se tiene criterio propio, y se imita lo que se ve.

D

#2 Obviamente, no hay ninguna posibilidad instintiva en el ser humano de sentirse más próximos a los que le son más similares.

Que antes de las grandes facilidades de los viajes en cada región del mundo la humanidad evolucionase para ser más o menos similares entre ellos, se debió exclusivamente a que en cada zona había un neurótico mandando y diciendo a cada uno cómo tenía que ser.

D

De hechoa los racistas se les detiene el cerebro a los cuatro años y sigue así toda la vida.

D

La naturaleza, esa gran fascista que solo permite la supervivencia del más fuerte.

Es lógico pensar que la desconfianza hacia otras razas por motivos evolutivos, si en el 2017 todavía muchos de los que se autoproclaman progresistas se cambian de acera cuando ven a un grupo de tanos en actitud ociosa por puro sentido común, hace 100.000 años si te encontrabas a alguien que no era de tu raza por la sábana, este por seguro que no es de tu clan y corres peligro, por lo que mejor cambiar de sábana.

En cuanto rechazo a la obesidad, es lo más normal del mundo sentir rechazo hacía un desorden que hace que un individuo tenga más posibilidades de desarrollar enfermedades, y desde un punto evolutivo, te hace más lento, más propenso a cansarte en una cacería, y por tanto, una carga para la tribu.

Y así con todo. Quizás el alto número de suicidios y consumo de antidepresivos nos debería hacernos replantear que el problema no lo tiene nuestra naturaleza, sino el modelo de sociedad occidental actual.

G

Es normal que un niño muestre rechazo a otra persona, por muchos motivos, uno de ellos puede ser el color, su voz o su actitud. No tiene por que verlo en casa, aunque puede ser un factor.