El creciente volumen de desinformación y los urgentes llamamientos a una mejor moderación han hecho que procesos como la comprobación de hechos -práctica que pretende evaluar la exactitud de la información- sean parte integrante de la forma en que las empresas de medios sociales abordan la difusión de contenidos. Pero persiste una pregunta válida: ¿quién debe comprobar los hechos? Esto es particularmente pertinente cuando se considera cómo tales comprobaciones pueden dar forma a las percepciones, fomentar los prejuicios y socavar las voces (..)
Comentarios
La EFF aguantando el tirón y metiendo el dedo...
Me sorprende que no sean como las demás organizaciones de derechos tales como la ACLU que ahora son poco más que lamebotas.
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