Cruzamos muchos kilómetros atravesando un paisaje que no puede ser más atractivo. Es esa sabana africana que hemos visto de niños en las películas. No hay camino alguno y solo falta Orzowei para cumplir nuestra fantasía aventurera de europeos. En el asiento delantero Nalla Gaye se ríe y nos hace reír cuando nos explica cómo logró adelgazar un verano que su mujer le dejó solo en casa a cargo de los niños. Corría de un lado a otro intentando llegar a todo: la oficina, la compra, la cocina, la limpieza…
Comentarios
¿un artículo de la ex-ministra de cultura González Sinde?? ¡Ni olvidamos ni perdonamos, MAMONA!
#1 Y yo sigo preguntandome que tendrán que ver los cojones para comer trigo
#2 teniendo en cuenta la credibilidad de la personaja no me creo de entrada nada de lo que cuente.
Estoooo, ¿alguien me puede definir una pobreza necesaria?