Decía Charles Chaplin que una sonrisa enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la ofrece. Los españoles son, según este pensamiento, un poco más prósperos desde este miércoles. Con la retirada de la mascarilla obligatoria en interiores tras casi dos años, han recuperado la posibilidad de coleccionar de nuevo estos gestos y atesorar con ellos pequeñas fortunas. Sin embargo, no todo son ventajas. La eliminación de esta protección y de los aislamientos en casos leves de COVID ha redundado en que algunas personas deban ir contagiadas...
Comentarios
Yo iría al despacho del jefe tosiendo lo más posible
#2 con gargajos
Vale, pues voy y ojalá sus contagie a todos, y vosotros a vuestros ancianos padres y...
#1 y así empezó la primera ola
No entiendo por qué ese ansia de explotación. Si una empresa es "seria" lo que menos quiere es tener un trabajador que le puede tumbar toda la plantilla al contagiarla.
#8 ¿Recuerdas lo de los latigazos a los esclavos que apenas se podían sostener en pie?
Delito contra la salud pública.
con jefes así de cabrones, digo que tengo fiebre, cojo la baja y ni trabajo ni teletrabajo
#7 Por lo que tengo entendido ahora hay que ir aunque se tengan síntomas. Que alguien me corrija si estoy equivocado.
#11 Si tienes fiebre no estás para trabajar, indistintamente de la enfermedad
Es peor que el catarro o la gripe porque puede contagiar y matar a más gente, pero la idea es hacer vida normal como si fuese igual que un catarro.
No se podía saber