Más recientemente, particularmente desde el 11 de septiembre de 2001, los neoconservadores han dominado la política exterior americana a través de sus think tanks, de su acceso a los medios y de su capacidad para infiltrar a los partidos políticos principales, respaldándose en sus visiones esencialmente fraudulentas respecto de las amenazas contra la seguridad nacional. Y han sido tan exitosos comercializando su producto, que las ridículas afirmaciones de que Irán es una amenaza para EE.UU. son generalmente aceptadas sin preguntar, tanto por De