Este viernes laSexta Columna presenta a personas que decidieron no callarse y denunciar casos de corrupción. Un programa repleto de ciudadanos que no se dejaron comprar. Carlos Martínez, Ultra Voz; Ramón Piñeiro, El Hombre de Hielo; Ana Varela, La Mujer Fuerza. Todos ellos, auténticos héroes anónimos.
Esta Sexta columna no me gustó demasiado. La ví muy de corta y pega cuando era evidente que tenían mucho más material de cada caso y cada uno de ellos merecería un programa completo explicando la trama corrupta y como estos héroes lo descubrieron y destaparon con todo lujo de detalles.
Si son Estadounidenses hacen una serie completa. True Heroes.
Lo que es el colmo es que no estén amparados y reconocidos por el estado. Demuestra que somos un estado bananero.
La figura del interventor municipal tiene que ser independiente del ayuntamiento y ser poco menos que un intocable. Se acabaría el 80% de la corrupción.
Comentarios
Hubiera sido más interesante mandar el programa completo: Yo no me callé
http://www.atresplayer.com/television/programas/lasexta-columna/temporada-1/capitulo-133-call_2016012200424.html
#1 Pensaba que era el enlace al programa completo. Si algún@admin puede cambiar el enlace, por este http://www.atresplayer.com/television/programas/lasexta-columna/temporada-1/capitulo-133-call_2016012200424.html
Quizá sea a esta gente a la que habría que poner su nombre en una calle.
Esta Sexta columna no me gustó demasiado. La ví muy de corta y pega cuando era evidente que tenían mucho más material de cada caso y cada uno de ellos merecería un programa completo explicando la trama corrupta y como estos héroes lo descubrieron y destaparon con todo lujo de detalles.
Si son Estadounidenses hacen una serie completa. True Heroes.
Lo que es el colmo es que no estén amparados y reconocidos por el estado. Demuestra que somos un estado bananero.
La figura del interventor municipal tiene que ser independiente del ayuntamiento y ser poco menos que un intocable. Se acabaría el 80% de la corrupción.
Con todo, creo que lo peor es el desprecio de los propios compañeros. ¡Qué cobardía!