Investigadores del Departamento de Ecología y Gestión Costera del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (Icman-CSIC) han utilizado la almeja japonesa para detectar la presencia de nanopartículas de oro en el mar y, así, investigar si la exposición a estas sustancias en concentraciones ambientales puede tener efectos negativos sobre los procesos celulares y moleculares.
Comentarios
Si era japonesa la almeja, seguro que estaba pixelada.
#5 Entro, veo que lo han escrito ya, positivo y me piro.
Chau.
El famoso chocho de oro.
Las almejas, de toda la vida, han sabido dónde estaba el oro.
Ya sabía yo que tanto pelo tenía que ser por algo.
Iba a hacer un chiste pero ya están todos pillados u os los habéis imaginado ya