Qué diría Mary Shelley si viera lo que hemos acabado haciendo con su moderno Prometeo. Posiblemente suspiraría, volviendo la vista de nuevo al corazón momificado de Shelley. Pensando, tal vez, que no hemos entendido nada de lo que quiso transmitirnos, eso que consolidó definitivamente en su novela El último hombre. Yo creo que sonreiría, íntimamente satisfecha por estar más viva y presente, doscientos años después, que el engreído Lord Byron.
Yo creo que fliparía más que nada por la casquería que sale en las adaptaciones más recientes... Respecto a lo demás, creo que inconscientemente ella escribía sobre la paternidad no asumida... en esa época, y hasta hace bien poco, que un hombre se negara a reconocer una paternidad y dejara a la madre y al hijo a su suerte era de lo peor que podía sucederle a una mujer.
Lo que pasa, como con casi todas las grandes obras, es que tiene muchísimas lecturas, y desde que se escribió casi todas las han hecho hombres.
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Yo creo que fliparía más que nada por la casquería que sale en las adaptaciones más recientes... Respecto a lo demás, creo que inconscientemente ella escribía sobre la paternidad no asumida... en esa época, y hasta hace bien poco, que un hombre se negara a reconocer una paternidad y dejara a la madre y al hijo a su suerte era de lo peor que podía sucederle a una mujer.
Lo que pasa, como con casi todas las grandes obras, es que tiene muchísimas lecturas, y desde que se escribió casi todas las han hecho hombres.
#1 Es curioso. Cuando leí la novela lo primero que pensé es que el monstruo es Victor, no la criatura. La criatura es la víctima.
#2 Es que es así.
Un clásico de obligada lectura para cambiar la idea que se tiene de este personaje icónico de la literatura universal.
Recomiendo el programa que "El abrazo del oso" le dedicó:
http://elabrazodeloso.es/wordpress/2013/06/el-ano-sin-verano-1816-lord-byron-y-frankenstein-en-villa-diodati/