Científicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México estudiaron cientos de cráneos encontrados en la Ciudad de México, donde en la época mesoamericana se erguía la ciudad sagrada Tenochtitlan. Los aztecas creían que los sacrificios humanos alimentaban a los dioses y aseguraban la perpetuidad de la humanidad.
De eso nada. Que los malos eran los gachupines. Y los tlaxcaltecas no estaban hartos de que le sacasen el corazón palpitante, eran traidores al Día del grito.
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De eso nada. Que los malos eran los gachupines. Y los tlaxcaltecas no estaban hartos de que le sacasen el corazón palpitante, eran traidores al Día del grito.
Esto lo hicieron Cortés y Alvarado a escondidas para engañar a la opinión pública.