En Athens, Georgia, EEUU, había un roble cuyo propietario quería tanto que a su muerte le garantizó su autonomía. El árbol fue tumbado por una tormenta en 1942, pero los habitantes de Athens plantaron uno de sus brotes y este nuevo árbol heredó sus derechos.
Legalmente, un árbol no puede poseer una propiedad, pero la ciudad de Atenas reconoce los derechos del árbol, independientemente de la ley. La ciudad mantiene el árbol como parte de la limpieza de las calles municipales.
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Bonita historia
Legalmente, un árbol no puede poseer una propiedad, pero la ciudad de Atenas reconoce los derechos del árbol, independientemente de la ley. La ciudad mantiene el árbol como parte de la limpieza de las calles municipales.