Ignacio García lleva a escena una versión libre pero fiel al espíritu de ‘El Burlador de Sevilla’ con el título de ‘Don Juan. Los muertos no están muertos’, y lo hace con actores y actrices de la compañía de Costa de Marfil Alma Production. Se asociará su comportamiento con el de un seductor, un tipo carismático que enamora a las mujeres y después las deja tiradas, humilladas y rotas, aunque hoy tengamos bastante claro que fue un depredador sexual y un violador.
Comentarios
Nuestro hombre es don Juan, ese personaje cuya creación se atribuye a Tirso de Molina, aunque recientemente se reconozca como autor a Andrés de Claramonte
Por fin se va reconociendo ya lo evidente, que el Burlador no es de Tirso
Hay miles de versiones libre de miles de obras de teatro: una más.
Por cierto, id al teatro, muchachada. No es muy caro en comparación a otras actividades y resulta más entretenido y divertido de lo que pudiera parecer a simple vista.
Versión libre = no se parece prácticamente en nada al original.
#1 El mito del Don Juan es bastante extenso y variado en la historia, hay montones de versiones y de variantes desde Tirso de Molina a Mozart. O que inspiraron personajes para novelas y películas como el Vizconde Valmont de las amistades peligrosas o Alfie, que dependiendo la generación tendrá la cara de Michael Caine o Jude Law.
Tal es así que suele haber dos finales completamente distintos: uno donde le da tiempo a repentirse y se salva y otro donde no le da tiempo y le espera la condenación. Dependiendo de la moralina que se quiera dejar.
Así que lo del parecido con el original en un personaje que se ha convertido en una arquetipo. Es como si estuviéramos hablando casi del Rey Arturo, de Romeo, Santa Claus, o de Salomé.
#3 Especialmente visible en Salomé si comparamos la de Óscar Wilde y la de Chayanne.
Mis disculpas, me he levantado más tonto de lo habitual…
#3 El primer ejemplo de un personaje que se dedica compulsivamente a la seducción recurriendo a toda clase de artimañas no es otro que Zeus.
Por otra parte, la motivación principal de Don Juan no es la propia seducción, para él es un medio para conseguir el fin de la destrucción de la honra ajena.