Con la llegada del otoño, los olivares en Cisjordania se convierten en el gran campo de batalla israelí-palestino. Estos días, la violencia se concentra en las terrazas de cultivos de los territorios ocupados y se cobra el enésimo daño colateral de este conflicto: los olivos, fuente primordial de la economía palestina.
No entiendo como las desgracias ajenas a algunos les puede parecer "cansinas". Esperemos que nunca sufran tales injusticias lo que piensan así (o por lo menos, cuando les ocurra, no se quejen, para ser consecuentes)
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No entiendo como las desgracias ajenas a algunos les puede parecer "cansinas". Esperemos que nunca sufran tales injusticias lo que piensan así (o por lo menos, cuando les ocurra, no se quejen, para ser consecuentes)