Hace 12 años | Por panolla a setmanaridirecta.info
Publicado hace 12 años por panolla a setmanaridirecta.info

Una fuerte alianza entre clase política, empresariado y líderes sindicales ha 'intervenido' la población y ha imposibilitado la supervivencia económica de las comarcas mineras.

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Los mineros y sus familias han vuelto a ser un ejemplo de la lucha por la defensa de los derechos laborales, como el derecho a la huelga y la libre asociación sindical, que se recuperaron con las movilizaciones que protagonizó en los años 60.Per entender mejor el conflicto actual, es necesario conocer el contexto político y social de las cuencas mineras, muy determinado por la gestión de las ayudas de los sucesivos planes del carbón desde los años 90.Una inyección millonaria que el empresariado, la clase política y los sindicatos han sabido aprovechar, aunque con un alto coste social.

En tan sólo dos décadas, un grupo de empresarios avispados ha sido capaz de conseguir lo que la Tierra sólo puede hacer en millones de años: convertir el carbón en un diamante en bruto con el que llenar sus arcas. Para entender este negocio tan brillante, nos tenemos que remitir a las inyecciones millonarias de dinero público hechas en las regiones mineras desde los años 90, con la finalidad de subvencionar el carbón y promover la reconversión del sector hacia otras formas de empleo. Unos dinero público que han acabado, como de costumbre, en manos privadas. Dos décadas y un total de 25.000 millones de euros en ayudas que no han revertido, ni de lejos, en una alternativa real a la dependencia del carbón. La población, que durante 150 años ha visto como le imponían gradualmente la minería como única forma de vida, hoy vive intervingudapel poder de una fuerte alianza entre sindicatos, empresariado y clase política. Todos se han cobrado su cuota. Casi la totalidad de las salidas laborales, en la mina y la industria, están controladas por los dos sindicatos mayoritarios (SOMAFITAG-UGT y CCOO por orden de importancia). No es casual, pues, que el presidente de SOMA, Jose Ángel Fernández Villa, se haya mantenido al cargo durante los últimos 31 años y sea considerado la persona más influyente dentro del PSOE de Asturias. Tampoco lo es que los diferentes gobiernos autonómicos hayan sido cómplices y se hayan beneficiado de las inversiones sin futuro en las regiones mineras durante décadas.

"Nunca se nos habló de una alternativa al carbón", explica Felino, minero prejubilado. "Nos hicieron creer que éramos ricos y nadie está exento de culpa", opina Manuel, un minero que, en su momento, tuvo problemas con el sindicato para insinuar que tenían que buscar otras vías de subsistencia. "Han comprado la paz social sin pensar en el futuro de nuestros hijos". ¿Cómo? A fuerza de prejubilaciones generosas y concesiones directas del gobierno central a los ayuntamientos, que han destinado parte de los fondos mineros a cubrir gastos municipales ordinarias.

El negocio de la reactivación de las cuencas mineras En palabras del sociólogo Holm-Detlev Khol, Asturias ha salido adelante mediante una "respiración asistida". Se pactó que estas ayudas irían destinadas a la reconversión industrial y la mejora de la calidad de vida en las comarcas mineras y tratarían aspectos tan variados como la formación de las generaciones jóvenes o el apoyo a la investigación y el desarrollo de las energías renovables. Sin embargo, "se han invertido sin estrategia ni previsión", afirma Holm, "sin tener una visión regional".

El último plan del carbón (2006-12) contemplaba una inyección total de 2.880 millones de euros-gran parte provenientes de la UE-que se habían de emplear en dos ámbitos principales: por un lado, la construcción de infraestructuras y equipamientos, lo que ha dado lugar a una "burbuja inmobiliaria propia" que ha atraído empresas constructoras de otras comunidades. Lamentablemente, muchas de estas obras están en desuso o están infrautilizadas, en parte, porque los fondos no prevén los gastos de mantenimiento. Decenas de museos mineros que nunca llegaron a abrir son un ejemplo. En El Entrego (Langreo, Asturias), instalaciones como el Hotel de Entidades-que nadie ocupa-o el Centro de Estudios Medioambientales del Principado (CEMAP)-que cayó en un abandono absoluto-dan fe del gasto inútil. A Villablino (valle de Laciana, León), el proyecto de Parador Nacional de Turismo ha quedado a medias y el Hospital Valle de Laciana, un gran complejo hospitalario construido y equipado con las últimas tecnologías, está totalmente en desuso.

Por otra parte, los fondos van destinados a la reconversión industrial mediante la creación de nuevas salidas laborales. Estas inversiones se han materializado en la creación y la liquidación continua de empresas, lo que ha generado pérdidas millonarias y una sucesión de ERE denunciados repetidamente ante la justicia por las trabajadoras. Las declaraciones recientes de la vicepresidenta del gobierno, Sáenz de Santamaría, para justificar la reducción drástica de las ayudas, "No pondremos ni un euro más a los bolsillos de estos empresarios", dan a entender que el gobierno central no tiene nada que ver con esta malversación de fondos prolongada.

Resulta sospechoso que no estuvieran al corriente, teniendo en cuenta que el plan del carbón se diseñó durante el primer mandato del PP bajo la vicepresidencia de Álvarez Cascos (fundador de Foro Asturias) y que la Comisión de Seguimiento de los Fondos, que se reunirá cada dos meses desde la creación del plan, está formada por sindicatos, patronal y miembros del ejecutivo. El padrino leonés, don Vito en el siglo XXI Es estremecedor pensar la cantidad de dinero público provenientes del carbón que se ha podido embolsarse el grupo del leonés Victorino Alonso, el empresario minero más importante del Estado, desde que comenzó a comprar mineras en quiebra en los años 90.

El grupo Alonso es propietario del 40% del carbón autóctono y, sólo este año, ha acaparado el 44% de las ayudas a la producción (135 millones de euros, frente a los 72 millones de euros que recibió la estatal Hunosa) . Las cerca de 2.000 personas que trabajan a su cargo dejaron de cobrar justo cuando se anunció la rebaja de las ayudas. Victorino acumula varias condenas por fraude fiscal, infracción que él mismo reconoció después de quince años de recursos y procesos dilatados con tácticas como la denuncia por prevaricación contra el juez que llevaba el caso. En concreto, en León, el empresario ha logrado un buen apoyo de los medios de comunicación principales como la Televisión de Castilla y León y el Diario de León, en manos de empresarios influyentes del sector de la construcción como José Luís Ulibarri. Las vestimentas impolutas de Vitorino (que, para más inri, se hace ver a las manifestaciones mineras en León, en Villablino, en Ponferrada o Palencia) no son las únicas untadas de las ayudas al carbón. El empresario aragonés Ángel Luengo le sucede en el ranking derebre subvenciones, mientras SAMCA, su grupo, que hace unos años facturaba más de 700 millones de euros anuales, ocupa uno de los primeros lugares del mundo en desarrollo minero industrial.

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El plan del carbón
E l carbón autóctono fue el principal motor energético del Estado durante la revolución industrial y la posguerra. Desde la apertura del franquismo de los años 60, este carbón no ha podido competir con los precios económicos del carbón importado (como el carbón Colombiano, que este año nos vende la multinacional Goldman Sachs). Esto explica que Bruselas presionara el gobierno español, desde su incorporación al mercado europeo, para que dejara de invertir en el único recurso fósil de que disponía. Para responder a esta directriz, se diseñó el Plan Nacional de Reserva Estratégica del Carbón, con la participación del gobierno central, la patronal y los sindicatos mayoritarios. El plan, que ha vivido renovaciones sucesivas desde 1990, contempla un desmantelamiento progresivo del sector, acompañado de un decrecimiento de las subvenciones a la producción. El último plan (2006-2012) tenía que acabar este año con una reducción de la plantilla del 36% (quedarían 5.276 personas empleadas) y una disminución de las ayudas del 30%. Sin embargo, el gobierno ha incumplido los acuerdos y ha reducido las ayudas en un 64%. El nuevo plan se había de prolongar hasta el año 2018, pero, ante las peticiones de Bruselas, el fin de las ayudas se adelantó en el 2014 a través de un Real Decreto aprobado hace dos años.



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Bloqueo a iniciativas laborales más sostenibles
Probablemente, la situación de las comarcas mineras habría sido otra si los fondos se hubieran podido gestionar desde abajo, sin la intervención política ni sindical. Esta es la opinión que defiende la historiadora María Fernanda Fernández, a cargo de proyectos de restauración y catalogación de patrimonio arquitectónico en Mieres (Asturias), que ha denunciado la política de gestión de los fondos mineros durante años. José Luís Soto, minero jubilado, cree que hay una urgencia por recuperar el patrimonio minero en abandono, un trabajo que no sólo es importante por el turismo, sino también por la propia memoria de la comarca. José Luís pertenece a la Asociación Cultural y Minera Santa Bárbara (con 1.500 socias), que se encarga de algunas tareas de mantenimiento de este patrimonio de manera voluntaria. Tanto en Asturias como en León, pequeñas iniciativas culturales o agrícolas demuestran que se puede vivir fuera de la minería o de la gran empresa industrial.

Pero, aunque son reales y funcionales desde hace años, estas alternativas no interesan ni a la patronal ni los sindicatos vinculados a la minería del carbón, ya que suponen una pérdida de influencia.

En León, hay un interés evidente de los sindicatos y la patronal (también de las instituciones públicas locales) para desprestigiar a los grupos ecologistas-que tienen una fuerte presencia en el Bierzo e incluso están representados en el consistorio de Villablino (capital de Laciana) - , que inciden en la necesidad de la reconversión hacia alternativas económicas sostenibles. Estos grupos, que sufren una persecución continua (también con ataques físicos), denuncian la doble inconveniencia de la minería a cielo abierto en la comarca. Por un lado, porque supone una pérdida impo

ChukNorris

#1 Es lo que hay, hace más de diez años que se sabe.

Lo mineros se vendieron por las prejubilaciones y los sindicatos/partidos políticos dilapidaron todos los fondos destinados a la reconversión mientras los propios mineros miraban para otro lado.

Tenemos lo que nos merecemos y como gilipollas siguen votando y dando soporte masivamente a los mismos sindicatos y partidos que les traicionaron.

El mito de los mineros y su lucha obrera es una completa gilipollez (en los últimos años), es una lucha desesperada para tratar de "chantajear" a los gobiernos, pero no deja de ser un intento de lucha sin ningún tipo de autocrítica, ni de análisis de lo sucedido.

En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa.

La minería embiste ... y no piensa.

tiopio

Tiene mucha razón, es mejor que nos gastemos el dinero público en rotular en catalán.

D

Una mina que no se trabaja se "desmorona", lo inteligente sería mantener las minas con el personal necesario para tener acceso a ellas como reserva estratégica, a medio y largo plazo generará mas riqueza que cumplir la hoja de ruta del plan del carbón. Eso e ir a por los oligarcas del carbón, ¿nacionalización y cooperativismo en colaboración con el ministerio?.

D

A mi eso de los derechos laborales me prarece muy bien,pero eso de los derechos de subvención por estar en la mina cuando además de ser insana no es rentable me parece fatal.