Acabados de lujo, balcones panorámicos, ascensores milagrosamente relucientes y el dibujo imaginario de un campo de golf con 18 hoyos que cuesta evocar sobre la tierra agrietada y surcada por lagartijas.
Si solo fuera esa la ciudad fantasma...Pero en Murcia las hay a puñaos...Y las de siempre, en las que vive gente, al ritmo que lleva el gobierno en hundir la economía, van por el mismo camino.
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Si solo fuera esa la ciudad fantasma...Pero en Murcia las hay a puñaos...Y las de siempre, en las que vive gente, al ritmo que lleva el gobierno en hundir la economía, van por el mismo camino.