Hace 15 años | Por painterman a soitu.es
Publicado hace 15 años por painterman a soitu.es

Un detective fantasma, un ex director de periódico, un músico pro-copyleft, un técnico de sonido capaz de certificar que una canción es una canción, un señor de la OMPI y de postre, un par de catedráticos de estadística. A la segunda parte del juicio que enfrenta a las discográficas contra Pablo Soto no le han faltado fuegos artificiales en sus 7 horas de duración. Tantas, que las conclusiones finales que se habían previsto para hoy se retrasan a mañana, añadiendo un día más a la duración de un proceso que, si las partes cumplen sus amenazas...

Comentarios

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La mejor pieza de la acusación la Yague.
Es la experta en estadística y no sabe la diferencia entre descargar algo e instalar algo.
Esta señora, además, comete errores de "gordo" en su certificado y es la que ha hecho las cuentas para calcular la indemnización que recibirían los demandantes en caso de ganar este juicio. Y h hecho las cuentas pensando que descargar es igual a instalar.