Varias compañías israelíes y muchas grandes multinacionales se enriquecen produciendo en las colonias hebreas ilegales de los territorios ocupados, expoliando-sus recursos naturales y construyendo el muro del apartheid y puntos de control militar. Muchas de ellas están presentes en los Países Catalanes, donde venden productos y tienen fábricas o delegaciones propias.
Numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han subrayado la ilegalidad de las colonias israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania (territorios palestinos ocupados) y los altos del Golán (territorio sirio bajo dominio hebreo). Amparan en el artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra, que establece que el "poder ocupante no deportará ni transferirá parte de su propia población civil al territorio que ocupa". En julio de 2004, el Tribunal Internacional de Justicia emitió una sentencia en la misma línea. Pero ni las resoluciones ni la sentencia ni tampoco las numerosas declaraciones que hacen desde hace años dirigentes de la UE y, incluso, de Estados Unidos censurando las colonias no han conseguido que se desmantelen. Más bien ha sucedido lo contrario, los asentamientos no han dejado de crecer, hasta el punto de que, ahora, ya residen más de 600.000 personas (340.000 en las más de 120 colonias de Cisjordania, 265.000 en las 26 de Jerusalén Este y 20.000 en las 32 de los altos del Golán).
El mapa de los asientos está formado tanto por ciudades de decenas de miles de habitantes, como Ariel o Mood Ilitía, como por pequeños núcleos con sólo algunas decenas de casas. En cualquier caso, están provistas de servicios, lo que abre la puerta a explicar el componente económico de la ocupación, un factor a menudo olvidado en los análisis sobre el conflicto palestino-israelí. "Es fundamental entender que hay muchísimas compañías que hacen un montón de dinero gracias al empleo y no hablo únicamente de aquellas que tienen fábricas en las colonias, sino también de empresas de construcción, de servicios, de seguridad y un largo etcétera ", expone Esti Micemacher, miembro de la Coalición de Mujeres para una Paz justa (CWP, en inglés).
La ONG, con sede en Tel Aviv y que reúne mujeres judías y palestinas, emprendió el proyecto Who profits from the Occupation (¿Quién gana con el empleo) en 2006 y, actualmente, ya ha documentado más de 600 empresas que sacan réditos económicos de la presencia israelí en Jerusalén Este, Cisjordania, Gaza y los altos del Golán. Hay de todo tipo: desde las que producen productos frescos en los territorios ocupados, hasta las que se explote los recursos naturales, como el agua o los minerales, pasando por las que se dedican a la construcción de las colonias y del llamado muro del apartheid que divide Cisjordania, al control de la población palestina o, simplemente, las que proveen de servicios a las personas que viven en los asentamientos ilegales. Al menos una cuarentena de estas empresas también tienen intereses en los Países Catalanes, ya sea porque venden sus productos o porque tienen delegaciones o fábricas propias.
Beneficios manchados
No hay datos sobre las importaciones que llegan a los Países Catalanes desde las colonias israelíes ni de las que lo hacen en el conjunto del Estado español (donde el total de las importaciones hebreas ascendió a 772 millones de euros el año pasado , según datos de la embajada israelí). Una veintena de acuerdos y convenios bilaterales facilitan el comercio entre los dos estados y no hay ninguna normativa española que impida la llegada de productos procedentes de los asentamientos ilegales. Esto permite que, en los comercios catalanes, encontramos tés de Adán (que produce en la colonia cisjordana de Ofra), frutas y verduras de Mehadrin (con huertos a los altos del Golán y en el valle del Jordán), objetos de plástico de Keter ( con factorías en el asiento de Barkan) o juguetes de Tip Top Toys (que también fabrica en Barkan).
La huella económica de la ocupación de Palestina en nuestro país es mucho más amplia. Empresas como Bobcat, Caterpillar, Hyunday o Liebherr, que participan en la construcción del muro del apartheid, en la demolición de casas palestinas o en el levantamiento de check-points (controles militares), tienen delegaciones en los Países Catalanes, una compañía vinculada a Orange tiene antenas e infraestructuras de telecomunicaciones en Cisjordania y los altos del Golán; Siemens hace negocio con la construcción de un tren de alta velocidad que cruzará territorio palestino; empresas de tecnología implicadas en el muro y en los check-points proveen el ejército español ... Y podríamos seguir enumerando ejemplos de negocios, no precisamente éticos, que reportan unos beneficios manchados de sangre.
Llamadas al boicot a los bienes de las colonias
Impulsada en 2005 por más de 170 organizaciones, la campaña de Boicot, Sanciones y Desinversiones (BDS) al Estado de Israel mientras mantenga la ocupación de Palestina es, probablemente, la iniciativa más conocida contra los productos hebreos. Al BDS, que se refleja en la campaña contra el apartheid sudafricano y que celebró su primera conferencia estatal en Barcelona del 19 al 21 de octubre, se han sumado voces similares. En octubre, Richard Falk, investigador especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina, hizo un llamamiento a boicotear todas las compañías con intereses en las colonias. Además, 22 ONG presentaron el informe Comerciante con la paz: Como Europa ayuda a mantener los asentamientos israelíes ilegales, que reclama la prohibición de las importaciones de bienes provenientes de las colonias, que ascienden a 230 millones de euros anuales , en los países de la UE.
Y el emperador de los países catalanes no ha utilizado su poder en el Parlamento Galáctico para evitar que se siga permitiendo eso?? A dónde vamos a llegar? que cojan de una maldita vez los cruceros espaciales y acaben con esto!!
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Numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han subrayado la ilegalidad de las colonias israelíes en Jerusalén Este y Cisjordania (territorios palestinos ocupados) y los altos del Golán (territorio sirio bajo dominio hebreo). Amparan en el artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra, que establece que el "poder ocupante no deportará ni transferirá parte de su propia población civil al territorio que ocupa". En julio de 2004, el Tribunal Internacional de Justicia emitió una sentencia en la misma línea. Pero ni las resoluciones ni la sentencia ni tampoco las numerosas declaraciones que hacen desde hace años dirigentes de la UE y, incluso, de Estados Unidos censurando las colonias no han conseguido que se desmantelen. Más bien ha sucedido lo contrario, los asentamientos no han dejado de crecer, hasta el punto de que, ahora, ya residen más de 600.000 personas (340.000 en las más de 120 colonias de Cisjordania, 265.000 en las 26 de Jerusalén Este y 20.000 en las 32 de los altos del Golán).
El mapa de los asientos está formado tanto por ciudades de decenas de miles de habitantes, como Ariel o Mood Ilitía, como por pequeños núcleos con sólo algunas decenas de casas. En cualquier caso, están provistas de servicios, lo que abre la puerta a explicar el componente económico de la ocupación, un factor a menudo olvidado en los análisis sobre el conflicto palestino-israelí. "Es fundamental entender que hay muchísimas compañías que hacen un montón de dinero gracias al empleo y no hablo únicamente de aquellas que tienen fábricas en las colonias, sino también de empresas de construcción, de servicios, de seguridad y un largo etcétera ", expone Esti Micemacher, miembro de la Coalición de Mujeres para una Paz justa (CWP, en inglés).
La ONG, con sede en Tel Aviv y que reúne mujeres judías y palestinas, emprendió el proyecto Who profits from the Occupation (¿Quién gana con el empleo) en 2006 y, actualmente, ya ha documentado más de 600 empresas que sacan réditos económicos de la presencia israelí en Jerusalén Este, Cisjordania, Gaza y los altos del Golán. Hay de todo tipo: desde las que producen productos frescos en los territorios ocupados, hasta las que se explote los recursos naturales, como el agua o los minerales, pasando por las que se dedican a la construcción de las colonias y del llamado muro del apartheid que divide Cisjordania, al control de la población palestina o, simplemente, las que proveen de servicios a las personas que viven en los asentamientos ilegales. Al menos una cuarentena de estas empresas también tienen intereses en los Países Catalanes, ya sea porque venden sus productos o porque tienen delegaciones o fábricas propias.
Beneficios manchados
No hay datos sobre las importaciones que llegan a los Países Catalanes desde las colonias israelíes ni de las que lo hacen en el conjunto del Estado español (donde el total de las importaciones hebreas ascendió a 772 millones de euros el año pasado , según datos de la embajada israelí). Una veintena de acuerdos y convenios bilaterales facilitan el comercio entre los dos estados y no hay ninguna normativa española que impida la llegada de productos procedentes de los asentamientos ilegales. Esto permite que, en los comercios catalanes, encontramos tés de Adán (que produce en la colonia cisjordana de Ofra), frutas y verduras de Mehadrin (con huertos a los altos del Golán y en el valle del Jordán), objetos de plástico de Keter ( con factorías en el asiento de Barkan) o juguetes de Tip Top Toys (que también fabrica en Barkan).
La huella económica de la ocupación de Palestina en nuestro país es mucho más amplia. Empresas como Bobcat, Caterpillar, Hyunday o Liebherr, que participan en la construcción del muro del apartheid, en la demolición de casas palestinas o en el levantamiento de check-points (controles militares), tienen delegaciones en los Países Catalanes, una compañía vinculada a Orange tiene antenas e infraestructuras de telecomunicaciones en Cisjordania y los altos del Golán; Siemens hace negocio con la construcción de un tren de alta velocidad que cruzará territorio palestino; empresas de tecnología implicadas en el muro y en los check-points proveen el ejército español ... Y podríamos seguir enumerando ejemplos de negocios, no precisamente éticos, que reportan unos beneficios manchados de sangre.
Llamadas al boicot a los bienes de las colonias
Impulsada en 2005 por más de 170 organizaciones, la campaña de Boicot, Sanciones y Desinversiones (BDS) al Estado de Israel mientras mantenga la ocupación de Palestina es, probablemente, la iniciativa más conocida contra los productos hebreos. Al BDS, que se refleja en la campaña contra el apartheid sudafricano y que celebró su primera conferencia estatal en Barcelona del 19 al 21 de octubre, se han sumado voces similares. En octubre, Richard Falk, investigador especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina, hizo un llamamiento a boicotear todas las compañías con intereses en las colonias. Además, 22 ONG presentaron el informe Comerciante con la paz: Como Europa ayuda a mantener los asentamientos israelíes ilegales, que reclama la prohibición de las importaciones de bienes provenientes de las colonias, que ascienden a 230 millones de euros anuales , en los países de la UE.
Erronea, no existen los paises catalanes salvo en la mente de los sionistas de ERC
Y el emperador de los países catalanes no ha utilizado su poder en el Parlamento Galáctico para evitar que se siga permitiendo eso?? A dónde vamos a llegar? que cojan de una maldita vez los cruceros espaciales y acaben con esto!!