Hace 13 años | Por --169646-- a publico.es
Publicado hace 13 años por --169646-- a publico.es

Tras la resurrección que acompañó el inesperado éxito de Slumdog Millionaire, Danny Boyle (1956) pudo permitirse el extraño lujo de rodar lo que le viniera en gana. La película acababa de ganar ocho Oscar, así como unos 300 millones de euros alrededor del mundo. El director británico descartó decenas de ofertas suculentas y prefirió afrontar un reto mayúsculo: rodar una película de aventuras con un protagonista inmóvil y paralizado, inspirada en la historia de Aron Ralston, que pasó 127 horas atrapado al fondo de un cañón en el desierto de Utah

Comentarios

D

¿Y a este tío que le parece entonces coger a unos niños de la casta de los intocables, utilizarlos, pagarles una miseria y devolverlos al hoyo?

D

Las primeras partes hay algunas que se pueden salvar, pero las siguientes son copia-pega y casi siempre malísimas.