El discurso de la bondad no quiere reconocer que el castigo funciona. Otra cuestión muy diferente es si, en cada una de las situaciones propuestas, el castigo es justo. Este es, por más que se hurte, el debate social. [...] El profesor guiñapo es el resultado de una elección moral y no de una imposibilidad técnica, aunque haya quien oculte sus elecciones bajo la coraza del imponderable, a fin y efecto de no mancharse las manos, ni la derecha ni la izquierda.
Comentarios
Es que se basa en los dogmas del tipo: Siempre que hay fracaso la culpa es del profesor. Siempre que hay un conflicto, l culpa es del profesor mediador. No son los alumnos los que suspenden, es el profesor, etc...
La otra alternativa es la educación. Pero es más barato castigar.
#5 se habla de educar con refuerzo de castigo, no castigar para educar. Son cosas muy diferentes.
El castigo es una opción útil en casos puntuales, sin abusar, porque si no se crean situaciones totalmente opuestas, como en casos de colegios en que imperaba la regla de madera y tirones de orejas, que al final se tenía mied de ir a clase.
Normal que se haya pasado de un régimen del tortazo a uno de la bondad extrema, pero eso de ir con miedo a clase no se lo desearían a los hijos.
aunque ahora con tal de no traumatizar al niño, no se el da la leche que necesita en casos puntuales.
Hay que encontrar términos medios.
Depende. El castigo funciona cuando se impone con toda la razón.
Yo no confiaría en Arcadi Espada para impartir castigos.
Por Dios Todopoderosos Por fin alguien lo dice en voz alta !!!!!
Siguiente punto: Cagarme en el relativismo cultural.
Hasta los witos de tanta tonteria....
Un profesor de un amigo mio, que estudia psicología, tenía una frase que decía más o menos así: "Lo mejor para educar a un niño son los premios positivos, pero una hostia a tiempo nunca viene mal". En casos muy puntuales y ante faltas graves no viene mal darle un tortazo, una colleja, etc, pero es mucho mejor premiar cuando el niño hace algo bien que castigar siempre que hace algo mal.
#7 Está muy de moda de unos años para aquí el discursito de "una hostia a tiempo", pero nadie se para a plantearse que el concepto de castigo comprende muchas más opciones (y más educativas y razonables) que la violencia física.
No sé, a mí me debió pillar justo la generación en que mis padres y profesores nos supieron llevar a mí, y a mi hermano y compañeros, con refuerzos positivos y negativos pero sin golpes, y no nos iba tan mal ni a unos ni a los otros...
Arcadi sin pelos en la lengua. Muy bien.
bueno ahora esta de moda decir que la solucion a los problemas es que los profesores sean poco menos que policias