"¿Cómo puede ser que un teclado piense en nosotros? Tiene una inteligencia sofisticada que controla la frecuencia de mecanografía, y determina cuándo cambiar la posición para que nuestras manos y muñecas nunca están en un estado fijo mientras escribimos. De esta manera, mediante este movimiento gradual periódico, favorece nuestra circulación saguínea, mejora nuestra comodidad y reduce el riesgo de lesión."