Publicado hace 14 años por barraganturismo a elconfidencial.com

En el lejano oeste, entre los ríos bravos que escalaban rocosas montañas correteaban pepitas de oro que de vez en cuando pocos afortunados vaqueros alcanzaban a vislumbrar, tras revolver piedras, tierra y agua, presos de un ansia febril. A nosotros, enfermos de otro tipo de de fiebre llamada estrés, no nos hace falta herramienta alguna para encontrar un dorado regalo. Basta con

Comentarios

kikuyo

Curiosa forma de hacer spam (se menea el mismo hotel desde fuentes diferentes)

D

Anda que ir a Fuerteventura para meterte en un hotel.