Hace 11 años | Por Matroski a jotdown.es
Publicado hace 11 años por Matroski a jotdown.es

Todo el episodio es grotesco y nos arranca una de esas carcajadas seguidas de mucha tos que suenan a cascajo y desesperación. El asunto comienza con unos aspirantes a maestros que a duras penas podrían llevar las cuentas de un figón con tiza sobre barra. Una vez constatan los examinadores (a quienes ya me gustaría examinar) que no pasa el examen ni el veinte por ciento, deciden publicar algunos de los disparates más atroces para que la población en general se haga una idea del nivel educativo del país.

Comentarios

LarryWalters

Tiene bastante razón el artículo, en este país se confunde la igualdad de oportunidades con pasarlo todo. Es un país en el que un alumno tiene casi imposible repetir en el colegio e instituto (y en el caso de hacerlo, lo hará un número muy limitado de veces, según etapa educativa). Un país en el que si un profesor suspende a un alumno por faltas de ortografía, puede venir la consejería de educación a aprobar al alumno y amonestar al profesor, previa reclamación de los padres del alumno, por supuesto.

Así las cosas, entre padres y politicuchos de la igualdad de oportunidades mal entendida, acaban saliendo personas con una carrera que no saben hacer la O con un canuto. Y magisterio lamentablemente no es una excepción, por lo que si sumamos a profesores sin conocimiento de base a la ecuación, el resultado es el que tenemos.

D

Que no pare la fiesta de la criminalización del sector público. Hay que repetir de todos los modos y en todos los medios la homilía de esta semana de la derecha.

Y pocas cosas aburren más que ese "Qué listísimos somos los de mi generación y qué tontos son todos ahora", un par de milenios con la misma canción ya son suficientes.