Casi todo el mundo pierde su confianza con el lenguaje, su familiaridad con él, apenas coge una pluma. El idioma se le aparece, más que como la herramienta dócil del hablar, como una realidad imponente, el conjunto de todas las posibles formas de decir una cosa, con la que el que escribe tendrá que luchar hasta que halle su modo. Y yo, no sé, a veces, distinguir si una frase feliz que está en mi memoria la aprendí de unos labios, en palabra dicha, o de un libro, de la palabra impresa. Sería insensatez oponer las dos formas del habla.
Comentarios
Escribir correctamente es como conducir, al principio hay que pensarlo pero después de aprender, se hace por instinto. Cualquiera que haya tenido una educación mínimamente decente escribirá bien de forma natural. Y por decente no incluyo el simple hecho de haber ido a la escuela o incluso, a la universidad, que hace tiempo que los dos ámbitos estan invadidos por analfabetas funcionales.
Yo simepre intento escribir con ciudado.