Según la primera ley de Clarke, cuando un científico distinguido y anciano afirma que algo es posible, es muy probable que tenga razón; pero cuando asegura que algo es imposible, lo más probable es que esté equivocado. Y esta irónica ley a menudo es aplicable incluso a los más grandes. Incluso a los que, de hecho, rompen las barreras de lo supuestamente imposible. El propio Einstein demostró en 1939 que los agujeros negros eran entelequias que nunca podrían existir.
Comentarios
El artículo está bien, pero lo extraordinario son los comentarios. ¡¡Leedlos!!
#1 Buff, y tanto.
Los metáfisicos lo han invadido todo!