Argentina navegaba a la deriva social y económica cuando esta porteña del 57 -de la misma añada que Celedón- aterrizó en Vitoria. Es una de los más de 20.000 inmigrantes que conviven a día de hoy en la ciudad y que, por decisión de Ezker Batua, tendrán este año un papel protagonista en el acto más castizo del calendario local: el Chupinazo de La Blanca. Acompañada por otros tres vitorianos 'anónimos', Patricia Furlong ha sido la elegida para poner rostro a esos otros vitorianos desde una balconada de San Miguel más «democrática» que nunca.
Comentarios
Y el discurso durara 3 veces mas
#1 Eh'te... ¿sí? ¡No jodás, boludo!
En fin, que tenemos un 10% de inmigrantes en Vitoria y de 4 personas, una es inmigrante... luego dicen que no tienen beneficios con respecto al resto de vitorianos... ¿Para cuándo lo tirará gente que haya hecho cosas por la ciudad? Por ejemplo el organizador del Festival de Jazz, del Azkena Rock Festival, del de Magia, del Festival de Televisión y Radio, del de Cometas... no sé, alguien que haya hecho algo por el resto de la ciudad (algunos sin cobrar un duro por organizarlo)
Por cierto, me imaginaba de otra manera a Patricia Furlong. ¿Sería por su sensual voz en su programa semanal de 'La Fiaca', en Radio Vitoria? Una profesión de la que el artículo de El Correo no dice absolutamente nada... de chiste su guerra de medios
¿Quieres decir que estos cuatro ciudadanos, incluída la inmigrante argentina, no hacen nada por la ciudad, #3? ¿Que no se lo merecen por ser "anónimos"?
A mí me parece muy bien que sean ciudadanos poco o nada conocidos (incluídos inmigrantes, aunque no se ajusten los porcentajes exactamente, qué más da) los que tomen la palabra ese día, en vez de ser los gobernantes o los políticos o los famosetes de turno. Se llama democracia. Demo-cracia.
#4 No es lo que quería señalar, pero vamos, que para mí democracia es que lo tiren los políticos que han sido elegidos por la mayoría de la ciudadanía. Lo que ha hecho EB es elgirlos a dedo, eso si que no es democracia.
A ver, que no lo entiendo, #5. Si lo tira el concejal es democrático. Pero si el concejal delega en otra persona, desconocida, anónima, ¿entonces ya no? ¿Y si se queda ese honor para él solito sí? ¿Tendría que montar unas elecciones para elegir en quién delega...?
Vaya, yo creía que esto era precisamente al revés. La democracia consiste en elegir a tus concejales, y que estos gobiernen (y hagan oposición). Y para tirar chupinazos, que sean estos concejales, quienes digan si los tiran ellos (como todos hasta ahora) o si delegan en personas menos conocidas que ellos. Para una vez que los políticos dejan paso a la sociedad civil, nos quejamos.