Hubo un tiempo en el que la zona alta de la ciudad de Segovia no tenía fácil acceso al agua. Para poder conseguirla, los habitantes tenían que realizar un gran recorrido para poder traer el agua de las fuentes en la zona exterior de la ciudad. Una joven criada, tenía que llevar cada día agua a la casa en la que servía en lo alto de la ciudad, para lo que tenía que bajar a cuestas con el cántaro a la zona baja donde se situaba la fuente, para luego hacer el camino de subida con el cántaro lleno.
Comentarios
Coño, el Diablo y sus esbirros son los mejores ingenieros y constructores de la historia.
Engañar al diablo, qué pretencioso.
Anda que no he leido veces la leyenda, que recuerdos...