He entrado pensado que hablaría de un taller de moteros montando Drag Motorbikes de potencia descomunal... motos para machotes que escuchan la música muy alta y beben litros de bourbon.
Me gusta este taller que nos muestran. Es lo que viene a ser un juego que nos sirve para conocernos mejor y liberarnos de ciertas ataduras sociales y morales. Entender mejor el juego de roles y al otro sea el que sea que tengamos delante.
A mí me parece estupenda la idea. Me quedo con este párrafo a modo de resumen:
la teoría queer resulta muy liberadora, porque esto de reconocer el género como una performance, como un disfraz de quita y pon, permite romper un montón de esquemas mentales rígidos, y vivir tanto la feminidad como la masculinidad (y la ambigüedad) de forma más ligerita y satisfactoria.
Empiezo a volverme seriamente nostálgico del mundo en que vivían Katherine Hepburn, Spencer Tracy y gente así. Vestidos, trajes, sombreros, cada uno colocado en el cuerpo que corresponde... en vez de reaccionario comienza a sonarme transgresor. eran antiguos, pero no ambiguos.
Comentarios
He entrado pensado que hablaría de un taller de moteros montando Drag Motorbikes de potencia descomunal... motos para machotes que escuchan la música muy alta y beben litros de bourbon.
Que c*** es esta mierda?
#4 Que c*** es esta mierda?
El mundo en el que vives, me temo
#4 No son machos, pero son muchas!!!!!
Me gusta este taller que nos muestran. Es lo que viene a ser un juego que nos sirve para conocernos mejor y liberarnos de ciertas ataduras sociales y morales. Entender mejor el juego de roles y al otro sea el que sea que tengamos delante.
Estas cosas y mas las tenemos en Bilbao! w0wz
#7 No, si ahora conocerse mejor va a ser ponerse bragas y sujetador. Entre eso y la excusa de los Carnavales no va a haber macho sin ligueros.
#8 Por algo será.
A mí me parece estupenda la idea. Me quedo con este párrafo a modo de resumen:
la teoría queer resulta muy liberadora, porque esto de reconocer el género como una performance, como un disfraz de quita y pon, permite romper un montón de esquemas mentales rígidos, y vivir tanto la feminidad como la masculinidad (y la ambigüedad) de forma más ligerita y satisfactoria.
Empiezo a volverme seriamente nostálgico del mundo en que vivían Katherine Hepburn, Spencer Tracy y gente así. Vestidos, trajes, sombreros, cada uno colocado en el cuerpo que corresponde... en vez de reaccionario comienza a sonarme transgresor. eran antiguos, pero no ambiguos.
"ambIgüedad"
Una entradilla escueta.