Lástima. Eso era lo que Samuel La Rosa Galarza quería provocar cada vez que salía a vender caramelos a las calles con una bebé en los brazos que no era su hija. Para conseguirlo, alquilaba una niña de seis meses de edad por S/.20 diarios a la madre de la menor.(ver video)
Comentarios
El caramelero tiene cara de hijo de puta y seguro que lo es ...
Y tiene cuatro hijos más... a saber cómo los trata.
¡Carnet de padres ya!
siempre me genero rabia, la gente que usa a sus hijos.
si la niña es fea vende mas por pena?