Hace 1 año | Por Cuchipanda a traveler.es
Publicado hace 1 año por Cuchipanda a traveler.es

En el bolsillo llevo una Polaroid de los dos: hicimos una parada de camino a la playa, cerca de cierto laberinto alicantino y nos bañamos en girasoles. ¿No hay acaso una mejor estampa para recordar el verano? Fue algo fortuito e inesperado, como la mejor serendipia viajera. Y es que la floración no es solo cosa de la primavera: en verano tenemos la lavanda de Brihuega, las buganvillas por doquier y sí, también los girasoles que comienzan su dominio con el comienzo del estío.

Comentarios

Don_Pichote

Venga hago publicidad al pueblo de mi familia.

Te sale fotón instagramer con castillo incluido.

Berlanga de Duero

Cuchipanda

Tras mi primer cultivo de girasoles (aun en curso): esos malnacidos tienen en la manga un último giro de cabeza tras haberse hecho adultos (su vegetativo es haciendo un giro en un sentido durante la fase diurna y deshaciéndolo en la nocturna), por otra parte, son seres monstruosos de varias cabezas (no he podado ninguna a la espera de su evolución natural) y, además, las hormigas están felices con su néctar y las resinas de la floración. Y donde hay hormigas, no suele haber cucarachas. Amo los girasoles.

Caballero_Caballa

Algunos gastan muy mala leche... esta frase solo la entenderá una persona de meneame.

Emmanuel10

Son excelentes fotos.