Recordó que "hemos convocado cuatro huelgas generales, tres contra Felipe González y una contra el Gobierno de Aznar y las cuatro por recortes de derechos". "En la actualidad esa situación no se está produciendo", señaló Méndez, que mostró su convicción de que existen "grupúsculos mediáticos que nos critican con saña ya que pretenden que convoquemos una huelga general para tener coartada de que se aplasten de nuevo los derechos de los trabajadores". Relac: "No vamos a convocar una huelga general sólo por el número de parados"
Las huelgas no van a solucionar los problemas de la economía actual, véase falta de consumo, que provocan los despidos en las fábricas porque no tienen como vender el stock que aún tienen en el almacén.
Las huelgas que han existido estos meses atrás en diferentes países de Europa, son por recorte de derechos de los trabajados, algo que aquí se está diciendo por activa y por pasiva que no se va a recortar NADA.
#3 Creo que tienes razón en lo de las huelgas. Pero respecto a las prestaciones sociales, el problema es que se han dicho demasiadas cosas que luego no han sido ciertas, y la gente está adoptando la actitud de desconfiar sistemáticamente de la clase dirigente. El tema está en que como no se detenga la sangría de parados y se reactive la economía, al final habrá que recortar, guste o no. Y eso la gente lo ve muy claro, aunque los medios y los políticos quieran mandar el mensaje contrario.
Esto es la típica manipulación porque el problema no es el recorte de derechos. El problema es que tanto los políticos como los magnates financieros (verdaderos responsables de la profundidad de la crisis) no sienten la presión de la calle en su cogote.
¿Qué pasa cuando no sientes la presión de la calle?
1.- Continúas gastándote el dinero en sinecuras y corruptelas varias.
2.- Proporcionas tranquilidad y tiempo para que el mundo financiero guarde la ropa lo mejor que pueda.
3.- Crees que la gente se traga tus mentiras, así que prosigues con la estrategia de comunicación (el engaño) sobre la verdadera dimensión del problema, con lo cual la gente se lo cree y toma decisiones que no le convienen.
Comentarios
#1 Siempre seremos trabajadores aunque estemos en paro.
Correcto.
Las huelgas no van a solucionar los problemas de la economía actual, véase falta de consumo, que provocan los despidos en las fábricas porque no tienen como vender el stock que aún tienen en el almacén.
Las huelgas que han existido estos meses atrás en diferentes países de Europa, son por recorte de derechos de los trabajados, algo que aquí se está diciendo por activa y por pasiva que no se va a recortar NADA.
No sé muy bien la razón, pero hay mucha gente a mi alrededor que compara a este hombre con el Topo Gigio
Trabajadores? que trabajadores? si a éste paso no va a quedar ni uno.
Ays... el color del cristal como cambia de color según quien lo observa.
cuando, un partido político cuya prioridad sea los derechos de los parados...
#3 Creo que tienes razón en lo de las huelgas. Pero respecto a las prestaciones sociales, el problema es que se han dicho demasiadas cosas que luego no han sido ciertas, y la gente está adoptando la actitud de desconfiar sistemáticamente de la clase dirigente. El tema está en que como no se detenga la sangría de parados y se reactive la economía, al final habrá que recortar, guste o no. Y eso la gente lo ve muy claro, aunque los medios y los políticos quieran mandar el mensaje contrario.
Bueno, hay un derecho que sí se está recortando: el derecho al trabajo (art. 35 C.E.)
#3 Eres un fanboy del PSOE.
Esto es la típica manipulación porque el problema no es el recorte de derechos. El problema es que tanto los políticos como los magnates financieros (verdaderos responsables de la profundidad de la crisis) no sienten la presión de la calle en su cogote.
¿Qué pasa cuando no sientes la presión de la calle?
1.- Continúas gastándote el dinero en sinecuras y corruptelas varias.
2.- Proporcionas tranquilidad y tiempo para que el mundo financiero guarde la ropa lo mejor que pueda.
3.- Crees que la gente se traga tus mentiras, así que prosigues con la estrategia de comunicación (el engaño) sobre la verdadera dimensión del problema, con lo cual la gente se lo cree y toma decisiones que no le convienen.