La lluvia ácida que cae en Ciudad de México, una de las más contaminadas del mundo, es transmutada en un agua pura cargada de "amor, gratitud y respeto", gracias a una alquimia que, en plena urbe cosmopolita, mezcla naturaleza, ciencia, misticismo y rentabilidad.
En las piedras de río por las que pasa el vital líquido están talladas las palabras “amor”, “respeto” y “gratitud”. Según Márquez, “el agua absorbe estos mensajes” antes de pasar a unas esferas de cristal cerca de las cuales se toca constantemente música clásica, otro medio “armonizador”.
Comentarios
Ni probarla quiero, además el misticismo deja un regusto que no me agrada.
cargada de "amor, gratitud y respeto"
mezcla naturaleza, ciencia, misticismo y rentabilidad
what... the...?
En las piedras de río por las que pasa el vital líquido están talladas las palabras “amor”, “respeto” y “gratitud”. Según Márquez, “el agua absorbe estos mensajes” antes de pasar a unas esferas de cristal cerca de las cuales se toca constantemente música clásica, otro medio “armonizador”.
Tiene todo el sentido del mundo