Muy atinado el artículo. Sentir y verse reflejado en una mirada honda, profunda, es algo excepcional y maravilloso. Y puede pasar en la situación más previsible o en la más inesperada, en el instante más sublime o en el más anodino, con alguien cercano o con un perfecto desconocido, en la intimidad de un piano-bar o en un vagón de metro... (Hummm, igual pensáis que hoy estoy un poco ñoña
De todo el artículo, me quedo quizá con esta frase:
"... Esto demuestra que no sólo nos centramos en la belleza física y que preferimos caras que indican que les gustamos."
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@cienciabuena
Muy atinado el artículo. Sentir y verse reflejado en una mirada honda, profunda, es algo excepcional y maravilloso. Y puede pasar en la situación más previsible o en la más inesperada, en el instante más sublime o en el más anodino, con alguien cercano o con un perfecto desconocido, en la intimidad de un piano-bar o en un vagón de metro... (Hummm, igual pensáis que hoy estoy un poco ñoña
De todo el artículo, me quedo quizá con esta frase:
"... Esto demuestra que no sólo nos centramos en la belleza física y que preferimos caras que indican que les gustamos."