Al parecer, la policía de la ciudad registró un incremento del 30% en el número de quejas y denuncias por exceso de ruido entre los meses de marzo y abril del año pasado. El tráfico se había evaporado de las calles a consecuencia de las restricciones y muchos locales de restauración habían cerrado, pero algo más alteraba el descanso de muchos japoneses: el regreso de los niños a los hogares. Al cerrar los colegios, el ajetreo natural a cualquier niño se traslado a los barrios y vecindarios. Para muchos japoneses se trató de un problema mayúscul
Comentarios
Gente enferma
Para cuatro niños que les quedan...
En mi calle los ruidosos son precisamente los adultos... Vida perra.
Qué pena, ¿no? perder una oportunidad que les surge de recuperar la vida en las calles
Nos llevan siglos de ventaja.
#2 cualquier niño merece más minutos de atención que tú.
El puto tráfico mete infinitamente más ruido que los niños jugando y no se queja ni Dios. Por no hablar de bares y discotecas.
Mentes enfermas.
#6 +1 Supongo que ellos no tienen nuestros problemas de ruidos y por eso les molesta
Supongo que su policía local no permitirá botellones ni a los gitanos que se pasan la tarde de verano cantando flamenco.
#6 Relájate amigo, pareces afectado.
#10 para nada. Sólo hablo claro.
#11 Claramente afectado
En mi calle pasa algo similar, nunca han molestado excepto cuando decidieron que era buena idea jugar a voces desde un extremo de la calle hasta el contrario, se puede jugar, pero no a grito pelado hasta las dos de la madrugada.
La culpa es de Doraemon. Todos hemos sido niños. Al menos estan en la calle no apollardados con los moviles y consolas.
Si llegan a ser niñas con uniforme de colegiala seguro que no se quejan , país de retrasados .