Un agente municipal de La Matanza de Acentejo se vio obligado a coger un taxi para acudir a un servicio de control de una procesión en el barrio de Guía debido a un problema mecánico en la moto que normalmente utilizan los efectivos para acudir a su trabajo. Ante la inédita situación, el policía tuvo que pedir un taxi, que le costó unos cuatro euros, para relevar a su compañero ya que por motivos de protocolo el efectivo de seguridad no pudo, en ningún momento, abandonar su servicio para ir a recogerlo.
Comentarios
Madre mía qué interés tiene la noticia. Entre eso y que el enlace habla de otro tema y usa esa anécdota sólo para introducirlo...
Me pregunto si podríamos menear cada uno una noticia con el medio de transporte que nos vemos obligados a coger (y pagar) para acudir a nuestras obligaciones y contar cuánto nos cuesta como si le importara a otra persona que no fuéramos nosotros.