Hace 15 años | Por bucanera a elpais.com
Publicado hace 15 años por bucanera a elpais.com

Cuando tras unas elecciones los partidos enfrentados salen públicamente a decir, sonrientes, que han ganado, que los resultados son magníficos, sólo cabe una cierta sensación de perplejidad. Eso mismo ha pasado ahora con la sentencia del Tribunal Supremo que niega la objeción de conciencia a Educación para la Ciudadanía y, al igual que con las elecciones, la conclusión lógica es que alguna de las partes está haciendo, como mínimo, una lectura demasiado optimista.

Comentarios

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Yo solo se que una sentencia que contenta a ambas partes en principio tiene mucho ganado para ser una buena sentencia roll