La primera gran epidemia de gripe transmitida por cerdos de la que se tiene noticias se cree que partió de La Gomera en 1493 en el segundo viaje de Cristóbal Colón a América y causó verdaderos estragos entre los indígenas americanos, muchos más que la propia guerra de conquista. Es más, es la única que se puede denominar correctamente gripe porcina.