A mi hijo de cuatro años le gustan las princesitas. Y las muñecas. Si lo llevo a una juguetería, se pasa más tiempo en la sección de niñas que en ninguna otra. Sugiere juguetes para su hermana, que termina usando él. Y si le pregunto su color favorito, la respuesta es un contundente “rosado”. Siempre he defendido que los niños no se aferren a los clichés de género. Que no pasa nada si les gusta la Barbie o si saltan la liga. Ya me sé todo el rollo de la igualdad. Pero igual, esto me pone muy nervioso...
Comentarios
A mí también me gustan. No veo dónde está el problema.
son cuestiones de género, que no genéticas .... igual que a un niña le puede gustar más correr y jugar al balón que estar perdiendo el tiempo con una muñeca .... o le pueden gustar por igual ambas cosas...
A mi sobrino le gustan las cocinitas.
No sé, imagino que ve que a su padre le gusta la cocina y el quiere una cocinita como su papá.